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Obsesionados en el nuevo Pelis y Tuits con ‘Toc Toc’

Esta semana ha tenido lugar en el Irish Rover de Madrid un nuevo encuentro del popular evento mensual Pelis y Tuits, siendo esta su decimoséptima edición, trayendo cada vez más a los amantes del séptimo arte dispuestos a charlar con actores y directores de cine sobre los estrenos más recientes de la cartelera española. La película elegida para esta ocasión ha sido Toc, toc, una comedia basada en una popular obra teatral que cuenta con un reparto de lujo: Paco León, Rossy de Palma, Alexandra Jiménez, Adrián Lastra, Óscar Martínez, Nuria Herrero e Inma Cuevas, siendo esta última partícipe del evento junto con su director, Vicente Villanueva.

Siendo una adaptación del teatro al cine, resulta interesante descubrir cómo surgió la idea de realizar la película y cómo fue el proceso de adaptación de la misma. “Este proyecto fue una propuesta de la productora, que se pusieron en contacto conmigo, y directamente me propusieron llevar al cine esta obra de teatro que llevaba tanto tiempo en cartel”, nos contaba Vicente Villanueva. “La propuesta surgió antes de mi anterior película, ‘Nacida para Ganar’, lo que pasa que como ‘Nacida para Ganar’ tuvo muchos problemas (…) finalmente había que rodarla por circunstancias, y entonces decidí rodarla y retrasar un poco el proyecto de ‘Toc, Toc’. (…) Así es como surgió, de la forma tan fácil y tan difícil, porque es fácil, pero luego también es difícil que a un director le llamen y le digan ‘mira, te queremos encargar esto’. Recuerdo que fui con el productor a ver la obra de teatro (…), no sé si habéis visto la obra de teatro, pero es lo mismo, pero es diferente, es un lenguaje muy distinto. Tiene que ver porque es lo mismo, son los mismos personajes, pero tal y como se ha desarrollado, la verdad es que es distinto. Y, bueno, poco a poco fuimos haciendo, fuimos creando el equipo, fuimos creando un poco el universo, hacia dónde teníamos que acercarlo, haciendo versiones de guión, qué quitábamos, qué dejábamos de la obra… (…) Para introducir a Inma, ella interpreta al personaje de la enfermera o secretaria del doctor, que es un personaje que en la obra de teatro no es ni personaje. Con Inma ya había trabajado en ‘Lo Contrario al Amor’ y luego hice un cortometraje que se titula ‘Meeting with Sarah Jessica’, que os recomiendo que lo reviséis (podéis verlo aquí) porque casi es más actual ahora que cuando se hizo, por todo lo de Cataluña, y que es un corto que cada minuto va cambiando, va cambiando, va cambiando, y es totalmente surrealista, pero es muy curioso, porque hoy en día como que tiene mucha vigencia, ¿no? Entonces, desde el principio, mi colaboración con ella fue tan maravillosa en el corto que tuve clarísimo que el personaje de la secretaria lo interpretara Inma, y entonces ese personaje lo creé nuevo para ella. (…) Yo creo que fue la primera actriz que estaba en el reparto. Luego lo fuimos construyendo todo, pero la primera fue ella”.

“Efectivamente”, proseguía Inma Cuevas, “yo ya había trabajado con Vicente, que fue maravilloso que él me llamara; yo conocía sus cortometrajes, que son muy particulares, porque Vicente tiene una forma muy particular de rodar, y yo siempre digo que Vicente es un visionario, y efectivamente lo comprobé en ‘Meeting with Sarah Jessica’, que en su momento ya había cosas que pensaba ‘cómo se está adelantando a su tiempo’, ya que es un corto de 2013, y estamos en 2017, y de repente aparecen cosas que estamos viviendo ahora que él ya atisbaba en su imaginación, ¿no? Un día me llama Vicente y me dice, ‘Inma, hay una película que voy a hacer que se llama Toc, Toc, y te he escrito un personaje que se llama Tiffany, y lo he alargado para ti’, y no me podía sentir más afortunada por volver a trabajar con Vicente. Luego cuando me dijo cómo era el reparto y cómo se iba a hacer (…), grabamos como si fuera una obra de teatro, básicamente. (…) Y aquí había una dificultad muy grande en ‘Toc, Toc’, que, básicamente, toda la película gira en torno de una clínica de un médico que se llama Doctor Palomero, que trata los TOCs, los Trastornos Obsesivos Compulsivos, y había una gran dificultad para rodar. Y hay algo que me fascinó de su puesta en escena, que cuando nos reunía en los ensayos nos puso un plano de la planta del edificio donde íbamos a rodar, y nos trajo a cada uno un avatar, un muñequito que representaba al personaje de cada uno, que de alguna manera tenía la personalidad de cada uno de los personajes, o así yo lo intuí del mío, por ejemplo; y él iba explicando cómo íbamos moviéndonos con los muñequitos. Y era fantástico, porque cuando tú llegabas al set ya tenías muy claro lo que tenías que hacer. Había un trabajo previo hecho y eso era muy de agradecer como actriz. Y yo creo que eso también hizo muy fácil que estuviéramos relajados en el rodaje, que todos estuviéramos disfrutando de los personajes…”

Póster de la película.
Fuente: Sensacine

“Lo de los muñequitos es algo que siempre a la gente le hace mucha gracia, pero es que era fundamental tener todo lo que era la coreografía de movimientos preparada”, aclaraba Vicente. “Yo lo planteé como una obra de teatro, y además de una forma un poco estricta también por mi parte a veces (…). Era una situación que se iba alargando y yo estaba obsesionado con que la película fuera avanzando y, aparte de que fuera muy visual, no repetir nunca planos, y no repetir nunca situaciones, sino ir avanzando, avanzando, y entrar en toda esa parte final (…) y que en ningún momento nadie se planteara que hay un origen teatral, y yo creo que eso está bastante conseguido. Entonces me hacía las escenas en casa  con muñequitos, y luego todo eso trataba de hacerlo con actores reales, y luego la planificación, porque también a nivel de cámara era una película muy complicada, porque, yo, sí que quería, como estábamos hablando de los trastornos obsesivos compulsivos, no quería dejarla simplemente en una comedia naturalista donde hay planos contra planos y ya está. Yo quería darle un plus de puesta en escena, un poco más, pues, aparte del universo Blake Edwards, que tiene que ver con la estética de los personajes con la dirección de arte, también con la cámara darle un punto de Polanski con estos personajes que están con esta obsesión y estas manías que la cámara, de alguna forma, también lo estuviera contando; no limitarnos a rodar a los actores en comedias, y no, que la cámara fuera un elemento más, y yo creo que eso está en la película. Y está muy bien porque la gente dice ‘es que no es una comedia convencional, es una comedia muy divertida, pero a la vez hay como mucho más detrás’, y estoy contento con ese resultado”.

Vicente también nos profundizaba en el desarrollo de Tiffany. “La idea de su personaje, aparte de desconcertar y de generar cierta intriga, era mostrar a los enfermos como más sanos, es decir, la visión de los enfermos hacia ella, normalizarlos a ellos, y ella, que aparentemente es la normal, presentarla como una esquizofrénica o no se sabe muy bien, ¿no? Lo que pasa que luego, claro, se va entendiendo un poco qué es lo que está pasando. (…) Desde el principio estamos viendo que algo raro está pasando y con sus escenas dejadas como a medias, yo creo que juega la intriga, porque sabemos que está mintiendo, sabemos que algo está pasando, pero va poco a poco.

Como es habitual, los asistentes al evento pudieron realizarles preguntas, siendo la primera de ellas dirigida a Vicente. “Comentabas que lo que pretendías era normalizar a los enfermos, a los que tienen trastornos de TOC, pero quería saber si, aparte de ver la obra de teatro, también intentaste ampliar un poco más ese conocimiento, más que nada porque no deja de ser un trastorno muy conocido, pero que es muy fácil llevarlo al ridículo, por así decirlo, y creo que eso, precisamente, era lo que no querías hacer. Entonces, un poco, cómo fue ese proceso, ¿no?”

Vicente: “La obra creo que pasa más por encima de eso, es decir, también, digamos, que lanza una visión amable sobre el trastorno y trata de visibilizarlo y de normalizarlo, pero yo, al ser una película, quería como ahondar más en todo eso. Entonces estuve trabajando con una psicóloga, que ella me iba explicando, porque yo lo que no quería era convertirlo en ‘Los Payasos de la Tele’ y que se convirtiera en una cosa ofensiva. Para nada, es decir, todo lo contrario. La película es muy a favor, porque se muestra lo que les pasa, nos reímos con ellos, estás con ellos por este afán de superarlo. Trata de visibilizar y para nada está la intención de reírnos de nadie. Y eso estaba muy claro desde el principio. Y de hecho yo, con la psicóloga, fuimos limpiando las partes de la obra que no… Sobre todo era hacer una comedia blanca, para todos los públicos, respetuosa y divertida, manteniendo esa esencia tan loca y disparatada, porque la obra de teatro, si funciona tan bien, es precisamente porque es una idea muy buena (…) con unos personajes caracterizados, cada uno con su trastorno, y se ponen a jugar. (…) Cada uno tiene su característica, y se repite y se repite. Y eso es lo que hace que de alguna forma funcione tan bien en teatro; y el riesgo de llevarlo a la película era que no resulte reiterativa (…). Pero, trabajando por ahí, lo conseguimos”.

“Has hablado de los miedos de llevar la obra de teatro al cine, pero también quiero ver las ventajas. ¿Qué puntos crees que ha mejorado la película que en el teatro no se puede hacer?”

Vicente: “Por ejemplo, el lenguaje de la cámara. (…) En cine puedes con la cámara meterte dentro, potenciar cosas que a lo mejor en la obra pasan por encima y aquí nosotros nos regodeamos. Y luego también una cosa a favor es poder darle estilo a la película (…), que el referente fuera como la comedia clásica, y que pasara el tiempo y que la película no envejeciera, sino que se mantuviera fresca siempre.”

Fuente: Hobby Consolas

“¿Has disfrutado más adaptando una obra a guión para película o partiendo desde cero, creando tú la historia, la idea…?”

Vicente: “No lo compararía con una cosa u otra porque las dos cosas son estupendas. Mi anterior peli (‘Nacida para Ganar’), que no funcionó, o nadie la entendió (risas), es decir, era una historia original pero, claro, yo llevaba mucho tiempo con esa historia, lo que pasa que era una comedia que no era una comedia de gags, y se vendió como si lo fuera. Entonces yo entiendo que decepcionó, porque era una película indie de tono; era una película donde la interpretación era completamente sobria dentro de ese mundo tan surreal que estábamos creando, entonces yo entiendo que de repente alguien diga ‘ah, no, es que yo esperaba reírme’, y digo ‘ya, pero yo no era lo que pretendía’. Entonces eso lo vives con más alma, y luego la adaptación lo vives de una forma mucho más fría y es alucinante. Para un director es un regalazo que te digan ‘esta es la propuesta: obra de teatro, conviértela en película’. (…) Eso es un ejercicio para un director alucinante, porque en  una película tienes una secuencia de un actor, dos actores, tres, cuatro, ¿pero una secuencia de seis? Eso es dificilísimo rodarlo. Pero, bueno, lo hemos hecho, y ha sido un reto, y eso es lo que a mí me ponía. Y la verdad es que, a nivel de disfrute, las dos cosas son exactamente iguales”.

“Quería preguntarte si había alguna escena en el teatro que funcionara muy bien por gags y tuvieras mucho miedo de pasarla a cine, o al contrario, si había alguna escena que era un poquito más floja y tú sabías que en cine podías potenciarlo un montón”.

Vicente: “Pues mira, la obra empieza como muy bien, pero cuando ya se ha establecido, hay como una parte que dura como media hora larga que se ponen a jugar al Monopoly. Entonces, claro, es repetir, repetir lo mismo. Están jugando al Monopoly, cada uno tiene lo suyo, el público ya se lo espera… Entonces yo desde el principio dije ‘esa escena hay que quitarla’, porque es una película, es decir, esto lo pones en película y no se aguanta. Está claro que las reglas son estas, pero tenemos que ir avanzando, no podemos dejar a los personajes sentados jugando a un juego porque es lo anticinematográfico. (…) Pero luego, por ejemplo, hay cosas que sí estaban en la obra que eran impepinables que tenían que estar. Me estoy acordando, por ejemplo, del momento donde Lili lanza su monólogo, que es algo que está en la obra y que funciona muy bien, que es cuando da la sensación que ella lo ha superado, y de pronto vuelve a repetirlo todo. Y eso está en la obra y se ha mantenido. Cuando Paco se enfada y se va a ir y ella le impide el paso y la meten dentro de la puerta, todo eso también está en la obra de teatro, y también tuvimos que adaptarlo para que en el decorado pudiéramos hacer todo ese tipo de acciones”.

“Yo quería preguntar a Inma, que nos has hablado antes de la diferencia de teatro y cine, y ahora que te vamos a ver en La Zona, te hemos visto en Vis a Vis, y en cine te hemos visto en Toc, Toc, las diferencias entre estar entre una serie y una película, sobre todo ahora que la línea se está como derritiendo entre ambas”.

Inma: “Particularmente yo he tenido muchísima suerte cuando he hecho audiovisual en televisión, porque es verdad que ‘Vis a Vis’ despunta muchísimo en la forma de dirigir, en la foto… Pero básicamente en las series en las que he estado siempre he sentido que se rodaba en cine. De hecho, la primera serie que yo hice, que fue ‘Mujeres’, con Félix Sabroso y Dunia Ayaso, era básicamente con una cámara, a veces ponían dos. Entonces yo básicamente aprendí a hacer televisión con los medios de cine, y sí que es verdad que en las series en las que he estado se rodaba un poco así, se le daba mucha importancia a la luz, a la imagen, a la estética… Se le daba mucho espacio al actor, se ensayaba mucho antes… Sí que es cierto que ‘Vis a Vis’ es otro formato, sobre todo también es transgresor a la hora de contar una serie de mujeres de la forma que se cuenta, y no es una serie para que se siente toda la familia en el sofá, que estamos muy habituados a ver ese tipo de series. Ahora, con las plataformas privadas, pues podemos ver estas series nuevas que va a soltar, por ejemplo, Movistar. (…) También se nota en que apuestan por los directores sin ponerles trabas, les dan como amplitud para que ellos creen. (…) Hay mucha diferencia porque los personajes de repente en una serie tienen mucha más continuidad, tú puedes ir creando poco a poco. Los personajes de repente te absorben y se apoderan de ti, y en cuanto te llegan los guiones entiendes mucho la personalidad, entiendes los textos, entran enseguida… En una película todo es en un periodo mucho más corto de tiempo, con lo cual tienes que hacer un previo desarrollo de personaje, investigar… (…) En este caso Vicente ensaya muchísimo, le da mucha importancia a los actores. Es un gran director de actores que te encuentras pocos en realidad, lo que te encuentras son realizadores que, lógicamente, saben dónde poner la cámara, pero, aparte, se hace cargo de sus actores y les ayuda a contar la historia. Yo me siento igual de libre, a veces no siento la diferencia de estar haciendo una película o una serie”.

Vicente: “Hoy en día, a la hora de rodar, no hay diferencias entre series y películas, porque, aquí, por ejemplo, toda la parte de la sala de espera, se rodó con dos cámaras, algo que es como más habitual de series. Sin embargo, yo aquí tenía muy claro que quería un montaje muy picado, que quería muchísimos planos, y entonces toda la sala de espera, habiendo tantos personajes, siempre había una segunda cámara que jugaba para tener más riqueza visual”.

Como pregunta final, se planteó la cuestión en relación con el reciente escándalo del productor cinematográfico Harvey Weinstein, sobre cómo es posible que algo de tan envergadura se conociera y permaneciera oculto tanto tiempo, y sobre todo, qué opinión tiene Inma, como mujer y actriz profesional, sobre este escándalo.

Inma: “Es una cuestión delicada, pero tengo que decirte que no solo seguramente, y es la pena, que no solo existe el poder del hombre sobre la mujer en el cine, existe en todas las profesiones. A la mujer siempre se la trata de menos, la mujer siempre está expuesta, siempre se la trata, si se pone un tacón, una falda, un escote, ya es puta o una descarada. No se la trata por sus valores o por lo que es, se la tiñe de si es guapa y tiene buen cuerpo, puedo aprovecharme de ella porque me da la gana… Hoy leía una entrevista, un comentario que hacía la actriz que interpretaba a Blossom (Mayim Bialik). Decía que nunca se había expuesto a esto porque era la feíta. Entonces que, afortunadamente, de alguna manera, ella no se había visto en esta situación porque nadie se había fijado en ella, porque no era foco de los productores que querían aprovecharse de una mujer como ella. También decía de alguna manera que había otras que sabían de qué iba este señor y que de alguna manera se habían expuesto. Yo no soy nadie para juzgar a nadie qué tiene que hacer en su carrera para ascender. No soy nadie, y cada uno sabe las circunstancias de su vida y hacia dónde quiere llegar, y qué es lo que tiene que hacer. Lógicamente esto se tendría que acabar. Se tendría que acabar ver a la mujer como objeto. Las actrices y los actores estamos muy expuestos, pero eso no quiere decir que tú tengas que tocar, o que tengas el derecho de, porque yo esté expuesta o porque es públicamente, o… Mi trabajo tiene que ver con otra cosa, mi oficio tiene que ver con contar historias, con comunicar, no con que tú puedas aprovecharte de. Claro que es muy desagradable que sigan pasando cosas así. Me imagino que Hollywood es, yo no conozco es mundo, me imagino que en España pasarán cosas así y no se cuentan, y es sorprendente ver una gala de los Oscar donde todo el mundo hace bromas sabiendo que ese señor, de alguna manera, concede Oscars y dice ‘tú este año vas a tener un Oscar, tú este año también’, ¿no? Es alucinante… Pero entiendo que haya muchas mujeres que deseen un puesto en su vida y que a lo mejor tengan miedo y que hagan ciertas cosas. Es que… Pero es una putada, perdón por la expresión, pero me parece que tendría que erradicarse de alguna manera, no sé cómo. Sobre todo dándole poder a la mujer, dándole visibilidad, dándole voz y no pensar que solo somos un objeto más. Nada más. No se puede tocar si no te doy permiso, básicamente. Es complicado. Es un tema difícil”.

Con esta interesante reflexión concluía la última edición de Pelis y Tuits. Toc Toc puede verse en las salas de cine desde el pasado 6 de octubre, llevando recaudados en taquilla más de dos millones de euros.

No podía faltar la tradicional foto grupal al finalizar el evento, por cortesía de Silencio en la Sala.

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