Duele mirar tus pasos de viento.
A las sombras entre tus piernas les escribo.
El gemido del viento en tu ventana.
Casi violento y roedor, espera. Y él conmigo:
¿Duermes con él? Te comprendo.
A mí me ha pasado algo parecido.
Dije amar, sólo por fuera. Tiempos viejos.
Tú haces sólo el amor o algo parecido.
Quisiera, quizás, llevarte por la ventana.
Vestirte de noche. Tu sortija podría ser una estrella.
El viento está contigo, y esperamos.
Un jazz afilado en mi pecho. Un escrito.
Cuánto quisiera amarte. Más que ese pretexto:
Darte vida, tomarte de la mano,
hacerte sentir el sonido de la felicidad,
reír, caminar. Hacernos humo. Ser algo más.
Afuera de tu ventana, un escrito y un jazz.
Esperando, tras horas, verte salir. Girar y brillar.