Algunos actores de la maltrecha industria discográfica nacional se lamentarán en un futuro no muy lejano el haber dejado espantar a una artista como Lantana, la misma que en directo demuestra unas cualidades innatas para facturar melodías hipnóticas, canciones especiales que se convierten en maravillosas atmósferas de aromas íntimos.
El travesti Lucas González escenificó un inusual prólogo del concierto de Lantana cuando se superaban las diez de la noche del pasado jueves en la sala Boite de Madrid. Una nota de tonalidad socarrona que convirtió aquel recinto en un cabaret burlesco de acento argentino. Como maestro de ceremonias de aquel show, recitó la pequeña gran historia de esta cantante malagueña con origen en la Ciudad Condal, además de anunciar el inicio de la venta oficial de su CD en formato físico para el día 26 de noviembre en todas las tiendas de música nacionales.
Poco después salía radiante al escenario Alba Gárate, alma mater de Lantana, para dar comienzo al concierto con la que ha sido su canción talismán durante mucho tiempo: “Imaginarte”. Su virtuosa voz, acompañada con las únicas notas de su guitarra acústica, conquistó desde el primer momento al público. Y por fin comenzó la presentación oficial en Madrid de su nuevo disco Ex-Corazón con la última canción del mismo, “Amapola blanca”, y con una sala completamente llena, completamente en silencio, completamente seducida por su potencia vocal.
Quiso la cantautora desgranar en directo las canciones de su segundo trabajo discográfico a la inversa, creando una atmósfera que fue ‘in crescendo’. Por eso, el siguiente tema correspondía a “Cuando se acabe el mundo”, con un sonido cristalino y brillante que todo lo llenaba, hasta llegar a “Mi boca”, clavándose en el intimismo plural. “Reina rey”, qué más da de quién te enamores, revelaba Alba, mientras magnetizaba con su mirada y las desgarradoras guitarras sutiles de Víctor Cabezuelo.
Poco después llegó todo un honor y una gran responsabilidad para la protagonista, la colaboración de Stefan Olsdal a la guitarra eléctrica, una influencia constante para Gárate que se tradujo en la canción “Herida”. Como artista invitado, el magnánimo componente de Placebo quiso acompañar a la banda de Lantana en temas como “Maga” y “Ultra luz”, en la que demostró que Alba gana muchos enteros en un concierto eléctrico.
Un lujo que Lantana aprovechó hasta “Perfecto”, segundo single extraído de Ex-corazón. Entonces, la velocidad corrió con intensidad por todas las notas sonoras que se iban desprendiendo. Pero Alba le pidió a Stefan un poco más, y un beso especial que sólo dan los amigos de verdad, tan sincero como “Ex-Corazón”, en el que Olsdal jugueteó con las cuerdas de su guitarra en armonía con una excelente banda conjuntada y llena de matices tan penetrantes como el gran vino reserva.
Al finalizar su primer sencillo de esta nueva época se tomaron un pequeño respiro, y el gentío solicitó otra y cayó un inevitable bis con “Melancolía”, coreada por toda la multitud en una exquisita adaptación acústica que finalizó con la osadía vocal a pleno pulmón de la cantante malagueña. No quiso terminar sin regalar otra sorpresa: ahora los artistas invitados eran Hotel Persona al completo para interpretar el exitoso remix de “Siempre”, en un ceremonioso gran final que cuajó entre los asistentes, ávidos de mucho más, del vuelo libre de Lantana, de una cantante que ha nacido para triunfar.
Crónica: Óliver Yuste.
Fotografías: Raquel Campos.
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