La Selección Española de baloncesto perdió la final del Eurobasket contra un gran equipo, Rusia. A pesar de la decepción de los primeros instantes, ya que las expectativas habían sido muchas, las lagrimas de los jugadores se pueden enjuagar con los gritos de ánimo de todos los aficionados, que han llenado las sedes de este campeonato y han seguido los partidos por televisión con audiencias millonarias.
Más de 5 millones de personas siguieron ayer por televisión uno de los partidos más importantes para el baloncesto español. Además el Palacio de los Deportes se volvió a llenar un día más para ver a los chicos de Pepu y múltiples concentraciones en las plazas de todo el país animaban a la selección para conseguir un Europeo que nunca había ganado España. Pero no pudo ser.
Los campeones del mundo no brillaron como en otras ocasiones y el gran equipo que tiene Rusia les superó tanto en ataque como en defensa. El partido comenzó con un parcial increíble para los españoles y terminaron el primer cuarto arrollando a Rusia con 11 puntos de ventaja. Poco a poco, el nivel de los de la Ñ fue decreciendo aunque consiguieron llegar a descanso por delante pero con una diferencia mínima.
Las razones de la decaída nunca las sabremos pero después del partido con Grecia, en el que apenas hubo rotaciones, las estrellas del equipo español no brillaron lo suficiente. Sólo Calderón se mantuvo en la línea de partidos anteriores, sumando 15 puntos y convirtiéndose en el máximo anotador español del partido. Muy significativos son los tantos anotados por Garbajosa y Navarro, 8 y 0, respectivamente, muy por debajo de su puntuación habitual.
A pesar de la cantidad de rebotes tanto defensivos como ofensivos que capturó el equipo español, estos no se vieron reflejados en canastas, sobre todo, en el último cuarto en el que España sólo hizo 10 puntos cuando su cifra normal está por encima de 20.
Todas estas circunstancias hicieron que el partido entrara en sus últimos segundos con un único punto de ventaja sobre los rusos. Pero a falta de 2 segundos y cuatro décimas del final Holden tira a canasta y encesta un tiro que posteriormente valdría un título. A los chicos de Pepu les quedaban menos de 3 segundos para intentar volver a ponerse por delante, como lo habían estado durante casi todo el partido, y dar a la afición la mayor de las alegrías. En el tiempo muerto deciden que Carlos Jiménez sacará de banda y pasará la pelota a Pau Gasol. Todo iba hasta ese momento en una trayectoria perfecta pero Pau Gasol lanza y, cuando parece que la pelota se cuela en el aro, rebota y se sale. No hay ya tiempo para rebotes ni nuevos tiros: España ha perdido el partido y se queda con la medalla de plata y un desconsuelo que no pueden explicar con palabras.
Después vendrían las lágrimas de desconsuelo de los jugadores, las caras largas de todos los que estaban en el pabellón y se mezclarían con la ceremonia de las medallas que alzó a Rusia como el mejor equipo nacional de Europa. También se entregaron los premios al mejor quinteto del campeonato donde sí hubo recompensa como mejor base y mejor pívot para José Manuel Calderón y Pau Gasol. Pero nada podía parar su tristeza. Ni siquiera los cientos de aficionados que los esperaron a la salida del pabellón para darles ánimos y a los que los jugadores no dudaron ni un momento atender amablemente, fotografiándose, dándoles autógrafos y lanzándoles camisetas, zapatillas, etc.
El Eurobasket ha terminado. Para España no de la forma que hubiéramos deseado pero todos, cuerpo técnico, jugadores y afición, estamos convencidos de que son un equipo genial y nos hemos puesto como objetivo más próximo el oro olímpico de Pekín. Pero tampoco pasa nada si no se gana, los buenos momentos que hemos vivido ya no nos los quitan ni un fallo de Gasol, ni 17 puntos de Kirilenko, ni siquiera una medalla de plata. Esta selección ha enganchado a su afición gracias a su carácter competitivo pero a su vez de compañerismo y amistad y estos recuerdos serán difíciles de olvidar para miles de españoles.
El último minuto de la final
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El Album de la final
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Fotos: El Mundo, EFE, El País, Marca y 20 minutos
La tensión no se puede disimular antes del partido. En esta imagen, vemos al equipo español escuchando su himno
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Navarro pide garra a sus compañeros cuando el partido se pone más cuesta arriba
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Kirilenko intenta encestar ante la presión de Felipe Reyes y la mirada atónita de Jose Manuel Calderón
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El banquillo español salta con cada punto. Ellos también son el equipo.
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El pívot Felipe Reyes hace un tapón ante una inminente canasta del combinado ruso.
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Pepu Hernández intenta trasmitir a sus hombres las mejores jugadas para conseguir la victoria
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Jorge Garbajosa celebra con ímpetu una canasta después de todo lo que ha tenido que luchar para poder estar ahí
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Jose Manuel Calderón, que fue uno de los pocos que mantuvieron el tipo en la final, intenta penetrar bajo el aro ruso.
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Pau Gasol ve como su tiro en el último segundo se sale del aro y España pierde el oro. Es el reflejo del momento clave en el rostro del jugador.
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El contraste de la final: los ganadores y perdedores comparte cancha pero sus sentimientos son muy diferentes.
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Algunos compañeros intentan animar a Pau Gasol después de aprovechar la última oportunidad del partido
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Durante el partido, dos buenos amigos ni se miran, cada uno defiende sus intereses….
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… pero lo primero que hace Kirilenko cuando suena la bocina es intentar consolar a su amigo
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Carlos Cabezas, Pau Gasol y Carlos Jiménez (de espaldas) observan como los rusos festejan su hazaña
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El Capitán de la selección tiene una medalla más en su palmarés (hasta ahora con cinco) pero esta con un sabor amargo
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Marc Gasol era uno de los más afectados por la derrota.
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España espera en el banquillo la entrega de medallas completamente desolados
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José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, no dejó que jugadores y cuerpo técnico pasaran solos este trance.
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Toda España sufrió con el final del partido de la selección…
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… y los aficionados reunidos en la plaza de Colón (Madrid) son un ejemplo de ello.
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También los Principes de Asturias no supieron disimular la decepción
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Las caras serias y las lágrimas no se acaban con una medalla de plata
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El símbolo del Eurobasket, Bravo, está también triste por la derrota
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A pesar de ser subcampeones de Europa, nadie valora en este momento el éxito conseguido.
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Rusia celebra una victoria luchada y merecida
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Kirilenko, la estrella rusa, fue condecorado por el premio al jugador más valioso, MVP
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Los cinco mejores jugadores recogen su premio excepto Dirk Nowitzki, que no estaba en el Pabellón
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