
A solo unos días del clamoroso anuncio de la renuncia de Benedicto XVI, que de hecho abrió las negociaciones y los acuerdos para elegir a su sucesor, el cardenal ghanés Peter Turkson, titular del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, dijo sin ningún empacho que en estos momentos existía la real posibilidad de que el nuevo papa pudiera provenir del llamado continente negro o de algún país en vías de desarrollo.
¿Está preparada la Iglesia de Roma para este radical cambio?